domingo, 3 de mayo de 2009
Amapolas
Amapolas
Frígidamente nuestras miradas puestas están,
bajo la noche celestial, donde las estrellas matan
Con esa luz opaca que se refleja en tus ojos...
y mis manos bañadas en tintes rojos
Tu corazón da el ultimo latir
tus ojos se cierran y dejas de sentir
Para siempre tu sonrisa fingida ha muerto
Tu calido ser ahora frío lo siento
Mis manos oprimieron tu corazón
Mis lágrimas ahogaron tu razón
Ignoramos al viento que soplo los temores
Perdimos el tiempo sintiendo amores
Que fácil se me hizo quitarte la vida
Volteando tus sueños con pasión fingida
Herí de muerte todos tus malditos sueños
Enjaule tus inhumanos sentimientos
Esta noche ya nada importa realmente
Esta noche todo estará en la mente
Corrompiendo el silencio de tus gritos
desangrando el dolor de tus comunes encantos
Moriste lentamente y sufriste
Con ese negro corazón que tan bien fingiste
Que bien sabe tu sangre, me sabe a venganza
que frió se siente tu cuerpohe perdido la vergüenza
Envenenando mi alma eras muy feliz
Apuñalarte por la espalda, me comporté como un infeliz.
Apagué tu luz para que nadie te vea brillar jamás
Te maté y ahora no queda de ti nada más
Tenerte entre mis brazos, bañados en un mar rojo
besar tus fríos labios, al mismo tiempo que de la vida te despojo
Usurpando todos tus más grandes temores viejos
Viéndote caer muy fuertemente al suelo desde lo lejos
Con una cuerda até mi cuello
Mire los ojos de un abismo bello
Me dejé caer en la infinita oscuridad
Me quede ahorcado en una inmensidad
Comienza salir el sol, un nuevo día nace
Rojo amanecer es el que la sangre hace
Comienza a llover, ahora ambos bañados en ríos púrpura.
Quemando nuestros cuerpos, apagando el ser con agua pura
El sol intensamente ilumina mi entorno
el fatídico despertar de un humano
Ya no hay mas de nosotros dos, no queda nada
y nuestra pasión en espinas enredada
Estoy solamente yo, tu cadáver desapareció
Somos uno mismo, nuestro amor se suicidó
Solo estoy yo en un frío sepulcro bailando en oscuridad.
Solo yo y Amapolas cubriendo mi sepulcro en toda su inmensidad
Dando un paso más a la oscura realidad, donde eres necesidad, siniestros nuestros corazonesmalditas nuestras promesas, mortíferas nuestras pasiones
Autor: Miguel Ángel Minero Hibert
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